jueves, 9 de junio de 2011

A LA COPA, CUESTE LO QUE CUESTE

Ya está, las chances de salir campeón se esfumaron esa noche en La Paternal, donde todos los resultados nos decían que era nuestra hora. El triunfo en la fecha anterior en el clásico, de la manera que se logró. A la semana siguiente una sucesión de resultados a favor durante la fecha once y un primer tiempo para soñar con los ojos abiertos con un gran equipo y en lo mas alto. Pero el segundo tiempo nos mostró la otra cara de la realidad de Racing y nos hizo reconocer que el sueño de campeón tendría que guardarse para otro momento, mas allá de que alguna que otra chance matemática todavía nos iba a engañar nuevamente. A partir de ahí el objetivo primordial paso a ser la Copa Sudamericana. Hace unas cuantas fechas que Racing ocupa un lugar dentro de los clasificados, alternando entre el cuarto, quinto y sexto puesto pero siempre con los dos pies adentro. Los últimos resultados, aunque nos mantengan jugando la próxima copa están haciendo temblar hasta al más valiente. Por nombres, por continuidad de trabajo, por juego demostrado la Sudamericana había pasado a ser un objetivo secundario, que se iba a dar por decantación al cumplir el primordial que era estar entre los primeros puestos y peleando el torneo. Ahora que se perdió el primer objetivo no queda otra que entrar si o si al certamen internacional. No solo para poner a Racing en un lugar que merece, si no también porque se necesita un triunfo, un resultado positivo para una campaña que sin ese enganche, pasaría a otro nivel.